DE NUEVO AQUÍ

De nuevo aquí, contigo, amiga mía, con la misma aburrida cantinela, a vueltas, nuevamente, con esa absurda fijación de creerte la sempiterna marginada. De nuevo, machaconamente con la insistencia a cuestas, con esa imaginada cruz que echas voluntaria, inútilmente, sobre tus pobres hombros y que no te redime porque tú no la dejas. Extraña flor que envenena tus noches dejándote un amargo regusto de ceniza. Donde el amanecer te sorprende dolida para empezar de nuevo, y así nos encontramos, de nuevo aquí, sin solución para esta angustia que domina tus días, y a seguir apurando la copa de ese amargo veneno que tú sola fabricas y que te está matando. De nuevo, en la burbuja enrarecida ...