ME HAGO VIENTO

La noche va cayendo sobre el huerto. Las rosas ya no tienen color, sólo perfume. El horizonte, malva y rosa sobre los montes, es un telón de fondo que prolonga la tarde. Para poder acariciarte me hago viento y te cubro de una lluvia menuda de hojas de limonero. Y le ruego a la luna que se esté quieta, que retrase un instante esa luz mortecina y no rompa el hechizo de este momento. CONCHA BELMONTE