A TU ORILLA
A TU ORILLA
Pero no a tu sombra.
Estoy orillada, perdida, callada
De ver que tu sombra se achica
Y no participa y no da frescor.
En tanto tu orilla que creí infinita
Se vuelve desierto cada vez más grande,
Cada vez más triste, más árido y seco
Y estar a tu orilla se está convirtiendo
En puro dolor.
Estar dolorida, encontrarme presa
De esta encrucijada que lleva a tu amor
En dónde tu orilla, sólo arena y viento
Y en dónde tu sombra se me va perdiendo
En la espesa niebla, de mi pensamiento,
Es puro dolor.
Aunque sea triste, el decir adiós,
Si hay que alejarse de
un ingrato amor,
Más pronto que tarde se emprenda el camino,
Se abrirá la puerta de la salvación.
Y el alma respira sabiendo que evita
Un puro dolor.
CONCHA BELMONTE,
noviembre de 2.019
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