Y TE DEJÉ PASAR
Un día te tuve al alcance de mi mano
y te dejé pasar.
Deslumbrada ante ti me pregunté
qué hago yo con Apolo?
si lo voy a adorar, se volverá tirano
y lo tendré que odiar.
No nací para el odio, nací para el amor,
mi corazón me dijo déjalo que se vaya
y que vaya con Dios.
Hoy has vuelto a pasar,
y contigo el recuerdo de ese tiempo lejano.
Aunque para mi suerte, tu tiempo ya pasó,
la mansedumbre de estos años pasados
aventó las cenizas de ese fuego extinguido.
Lejos de mí reprocharle a los Hados
que a mi vida sólo para irte hayas venido,
tengo que agradecer de todo corazón
la suerte de que por ella hayas pasado.
CONCHA BELMONTE, julio de 2.018
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