Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2021

SAN SILVESTRE

Imagen
 

ESTO TIENE QUE SER AMOR

Imagen
      Me asomo a la venta a contemplar la luna y hablar con ella, o cuento las estrellas de una en una. Llevo unos días inquieta y no sé qué me pasa, esto tiene que ser amor, el no obtener respuesta pero seguir llamándote, esto tiene que ser amor. El soñar que mi voz pueda alcanzarte y aunque tú no respondas, mantener la esperanza de que si esto es amor, mi amor te alcance. Esto tiene que ser amor.         CONCHA BELMONTE       octubre de 2.014    

MUERTOS DE NO VIVIR

Imagen
      Hoy me encuentro parada, parada frente al mundo, un mundo ensombrecido, ensombrecido de fracaso, fracaso que no entiendo, entiendo sólo el miedo, miedo que sin saber por qué, por qué nos deja quietos, quietos como los muertos si muertos al final, todos seremos.   CONCHA BELMONTE     diciembre de 2.021

ME HAGO VIENTO

Imagen
    La noche va cayendo sobre el huerto. Las rosas ya no tienen color, sólo perfume. El horizonte, malva y rosa sobre los montes, es un telón de fondo que prolonga la tarde.   Para poder acariciarte me hago viento y te cubro de una lluvia menuda de hojas de limonero.   Y le ruego a la luna que se esté quieta, que retrase un instante esa luz mortecina y no rompa el hechizo de este momento.     CONCHA BELMONTE

DISUELTA EN EL TIEMPO

Imagen
      Parada en mí me disuelvo en el tiempo en gotas que soy yo pero por piezas   soy collar de mis gotas y te tropiezas y te alargo mi mano con sentimiento   duele no ser y es tal el sufrimiento al verme hecha pedazos y no ser una entera   ardiendo sin querer en una hoguera y que el calor del fuego no sea tormento   no deseo pensar ni siquiera un momento que me hundo en la nada si estoy disuelta.   Mi corazón me dice que resista otra vuelta y su latir restañe las heridas que causa el no estar de una pieza.   CONCHA BELMONTE   diciembre de 2.021

QUIERO ESCRIBIRTE ALGO

Imagen
        Quiero escribirte algo   y me dejo hipnotizar por el papel en blanco.   Mi pensamiento sin querer se escapa al tiempo aquel cuando no había reproches, ni suspiros callados, ni lágrimas derramadas a solas, ni ausencias imprevistas, ni miradas furtivas de indiferencia y tedio. Fue corto, sí, aunque fue tan hermoso aquel tiempo pequeño, tan   intenso de las miradas cómplices, de los besos robados y consentidos, de los sueños comunes, del baile de las horas, de los paseos por la lengua del agua a la orilla del mar, de las puestas de sol vistas desde un abrazo lento como nuestras miradas……..   Mejor no te escribo hoy. Mi idea la he cambiado. Te escribiré otro día. Eso, otro día voy a escribirte algo. Pensaré qué te digo. Lo pensaré despacio.                            ...