HOY ES DOMINGO

 

 

Pues a eso voy, domingo por la tarde, bien tarde, casi anocheciendo, y es que cada día me emperrono más que diría mi abuela que tenía vocabulario propio para subjetivar conductas, para la mía usaría esa palabreja o la de gandulona, que a fin de cuentas quieren decir lo mismo. Y no me importa, total, la vida son tres días y tres cuartos, con algo de suerte, pues voy a aprovechar mis escasos tres cuartos en hacer lo que me dé la real gana. Con esto quiero decir que desde bien temprano, mientras decidía si reflexionar o no sobre lo visto y oído, lo que decidí fue no ser tan reflexiva y calentarme el caletre y calentárselo a mis leedoras y leedores desprevenidos, con el solecito tan bueno que ha hecho hoy en esta Málaga de mis amores. Mejor tumbadita en una hamaca, cara al sol (suena raro) tostando mi piel que está “mu esblanquía”.

Para no aburrirme mientras tomaba el sol me puse a leer una de las “Patente de Corso” algo atrasada, aunque no mucho, de mi ilustre paisano Pérez Reverte, donde reconoce que quienes tenemos ya una edad (yo más que é)  podemos hacer con conocimiento de causa una comparativa entre los políticos del “régimen” y los actuales y llega a la conclusión de que la mayoría se dedicaban y se dedican a lo mismo. Y yo que no quería reflexionar estoy metida en un mar de reflexiones. Los de antes lo hicieron como lo hicieron, con el aplauso de unos y el rechazo de otros, los actuales, ídem de lo mismo. Y aquí me encuentro, doliéndome de los desaciertos, y pensando los pocos aciertos que tienen, porque bien, lo que se dice bien, al pueblo llano, francamente, no nos va.

Creo que mejor no sigo, y esperemos que la semana se me enderece, me sacuda la pereza, y nos leemos el domingo próximo, primer domingo de febrero.