TÚ ERES LA LUZ
Tú eres la luz y todo lo demás
ante tu paso se convierte en sombra,
no quiero más calor que la que da tu cuerpo,
fuera de ti y de mí nada me asombra
porque fuera de ti y de mí casi nada me importa.
Sólo en tu corazón, brújula que me lleva a buen puerto
al abrigo seguro de tormentas, nos vamos a quedar.
Yo tendré por primera tarea el cuidar de tu luz
que es mi faro. Y con ella que alumbra mi camino,
teniéndote a mi lado nada me va a faltar.
Y te amaré en silencio para que la palabra
no enturbie la mirada. Nada voy a decirte,
sólo te miraré y seguiré callada.
Tú que eres la luz, ves la limpia mirada
con que me doy a ti y entiendes en silencio
este silencio mío, y besas dulcemente esta boca entregada.
CONCHA BELMONTE
diciembre de 2.018
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