En esta tarde de soledad buscada por fin he comprendido que cada día hay que prender la llama si no quieres que te envuelva el olvido   me asomé a tu recuerdo como otras muchas veces y descubrí de pronto que hoy ya no me dueles   quien me lo iba a decir cuando te fuiste hundida en el dolor del abandono y hoy al mirar atrás te vi en un pozo y no me importó nada   me pregunté dudosa si es que de mi te acuerdas y pensando, pensando,   me he contestado mejor será que me haya olvidado y quede yo segura de que no vuelvas.     CONCHA BELMONTE     febrero de 2.020

      Me enviaste un poema atado al tallo de una rosa, las espinas del tallo rasgaron el papel y no pude leerlo. Esas espinas, cómo al papel de tu poema, me hicieron daño convertidas en el indicio de un mal presagio. Aun guardo los restos de papel de aquel poema que no supe leer en su momento,   que   marcó la distancia entre tú y yo porque aquellas espinas abrieron una puerta que aunque crucé con miedo, me señaló un camino que he seguido fielmente. Pero me dueles, aun me sigues doliendo aunque te dije adiós. Y me entregué a la muerte sin dolor y sin lágrimas. Fue mi muerte elegida, pero sigue doliendo caerme de tus manos para morir, y a la muerte o le abres los brazos o ella calladamente te agarra por detrás y te lleva a ese sitio donde lleva a los vivos y allí se quedan toda la Eternidad.   He decidido que aunque esté muerta seguiré vigilando por ver si resucito y mi muerte y tu ausencia sólo fue un sue...

   Pasaste por mi vida igual que pasa el viento, calmaste mis heridas como suave aliento.   Pero al igual que el viento, que una vez que es ido si vuelve, ya es distinto, dejando tan sólo desaliento.   Porque lo tuyo es pasar, pasas sin pedir permiso ni buscarte compromiso ya que nunca cumplirás   No ves el daño inferido que pueda causar tu paso por otra vida y es el caso de quien mucho te ha querido.   Como lo tuyo es pasar sin intención de quedarte, sigue tu camino errante que mi herida sanará.   Como hasta el viento que se cansa de soplar y no tiene miramiento, tú también te cansarás.   Y por tu bien te lo digo, que te pares un momento, busques un rincón amigo donde te sientas contento.   Y al calor de amable fuego para tus huesos cansados por fin hallarás consuelo de tan mal camino andado.       CONCHA BELMONTE       a...

        Cuando llegas a mí cada mañana y asoma del capazo, medio dormida, tu dulce sonrisilla de querubín travieso, trocito de arco iris en la ventana, me hace estar segura que el Cielo existe y que Dios me ha regalado un ángel. Mi niña Ainhoa.   La luz de tus ojitos que resplandece con la sonrisa de un ángel pillo y pone picardía bajo el flequillo que tapa tu mirada cuando florece.   Es un bálsamo dulce para mi vida que llenas de ternura con tu presencia haciendo que me olvide de otra ausencia que ha tenido por tiempo mi alma herida.              CONCHA BELMONTE            abril de 2.005

  HOY ES DOMINGO     Esta mañana de domingo malagueño caluroso y húmedo, bien temprano, me asomé a la ventana del mundo para inspirarme en algún motivo para hacer y haceros una reflexión que pueda ayudarnos a ir tirando de la vida. He visto y oído las cosas que se suelen airear en estos días, quiere decir que mayoritariamente catástrofes, y no estoy dispuesta a amargarme ni amargaros, así que me voy a concretar en dos noticias, una buena y bonita y otra triste, pero porque   el personaje se lo merece hablaremos de él con todo el cariño y respeto que se le debe. La noticia buena y bonita la protagoniza una chica de pueblo, inteligente y curiosa, que decidió dejar el terruño y hacerse con una buena formación universitaria, por lo que con su talento, tuvo la oportunidad de conseguir ser becada en dos universidades distintas, logrando dos doctorados en ingenierías afines. Su preparación y su buen talante le permitieron encontrar trabajo y éste le dio la experie...