MADRE PRIMERIZA


 

 

Mi niña recién nacida

clava por primera vez

en mis ojos su mirada

y en sus labios se dibuja

un  asomo de sonrisa

 

y tocando su mejilla

me florecen en las manos

ramos de jazmín y lilas.

El corazón se me encoge

de amor y miedo pensando

 

qué reservará la vida

a este pedazo de mí

que mi corazón conoce,

 que ya no me pertenece

y quiero más que a mí misma.

 

 

       CONCHA BELMONTE

           febrero de 2.019

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL VIENTO DE LA MENTE

EL DESTINO

OLVIDA TUS TEMORES