LOS NUEVOS DIOSES
Perdimos a los dioses de siempre y los sustituimos
por otros falsos dioses para ser prisioneros
de su exigir tirano. Vivimos sometidos
al imperio malsano de la moda, frescor de juventud
que soñamos eterna, convertida en un mito.
Hasta que un día, para tu bien descubres, alguna boca sabia
que te dice al oído, no me empujes amor,
y déjame elegir qué es para mí la llave de la gloria,
si esas pieles tersas que vienen a tentarme,
o prefiero descansar a tu lado y descubrir a mi aire
cuánta sabiduría, sensualidad y dulzura
me puedo tropezar entre los pliegues de esa piel tuya,
que sabe y huele a todo lo que siempre yo he buscado.
CONCHA BELMONTE
diciembre de 2.015
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