MI CUERPO ENCENDIDO
A la luz del alba se incendió mi cuerpo
y una sombra alada bajó de los cielos
llevando una espada que usó como llave
y se metió dentro de mi corazón.
Plegando sus alas, se acunó en mi seno
y allí se durmió. Despierta, despierta,
qué andas buscando? Qué quieres de mí?
vengo de los cielos y traigo conmigo
un mensaje nuevo, me manda el Destino
a pedir que mires tu vida cual si fuera un libro
y que en cada hoja escribas poemas
que cuenten la historia de esta vida tuya,
que no es sólo tuya, somos sólo uno
y hemos de cumplir nuestro compromiso.
A pasito lento el alba se hizo mediodía
mi cuerpo encendido se me fue apagando
y la sombra alada desplegó sus alas
y mi corazón quedó malherido
viéndola volar hasta el firmamento,
cada vez más alto, cada vez más lejos,
desapareció detrás de una nube como de algodón
y jamás ha vuelto.
CONCHA BELMONTE
octubre de 2.021
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