MI CUERPO Y MI ALMA
Maldigo mi cuerpo porque no deja de añorar al tuyo,
maldigo que no se conforme con ser el estuche de mi alma,
lo odio en tal manera que le deseo la muerte.
Que se muera, sí que se muera, si nunca va a tenerte.
De qué puede servirme este cuerpo prestado
que no soporta ser únicamente el desterrado
de tu cuerpo que no le pertenece, ni le dará la calma.
Aun cuando se emborrache soñando que estáis juntos.
CONCHA BELMONTE
octubre de 2.018
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