COMO EL RÍO Y SU CORRIENTE
Si una mañana te despiertas sonriente
y sabes quién provoca tu sonrisa
párate y disfrútala, no tengas prisa,
como contemplas el río y su corriente.
Si una mañana por fortuna, reluciente
tu melena movida por la brisa
te acaricia la frente con precisa
ilusión de saber tu vida floreciente.
Levanta la mirada al cielo y agradece
al Destino que te dio la enorme suerte
de contar con quién te haga sonreír.
Que sonreír, si la sonrisa te parece
un regalo del cielo y te convierte
en dueña de tu historia, déjala salir.
CONCHA BELMONTE
diciembre de 2.019
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