TEJER COMO PENÉLOPE
Yo creía saber tejer mi vida
y sin embargo hoy, mi vida es
igual que vieja tela algo deshilachada.
Y sé, que intentar ordenarla,
Será algo tan inútil y costoso
como tejer la tela de Penélope.
Yo creía tener el don maravilloso
de tejer enredaderas, y coronas
de mirto y de laurel, y cestos caprichosos
llenos de madreselvas.
Pero pasado el tiempo, sólo supe tejer
pobres y ásperos lienzos para confeccionar
sudarios a mis penas.
Y sé, que de esta espesa telaraña,
viene a sacarme, de manera impensada,
un viento refrescante.
Y a veces, se enredan con el viento,
mis sueños y tu pelo;
y entre el viento, mis sueños y tu pelo,
se va tejiendo una fina liana con la que atar mi vida.
Y entonces me dedico a destejer la tarde,
con el afán sincero de volver a tejerla,
buscando en los retazos de horizontes lejanos
el material de sueños, de nostalgias,
de proyectos enteros, como el mendigo escarba
buscando en los deshechos.
CONCHA BELMONTE
23 de abril de 2.007
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