DE CARNE Y HUESO
Tú eres de carne y hueso hija del tiempo,
yo sólo el fantasma que
salió de la tumba,
del vientre frío y reseco de nuestra madre Tierra,
pero allá donde anide tu carne y hueso,
tropezará conmigo porque te voy siguiendo
Y cuando nos juntemos, como fantasma
seguiré siendo, sin embargo tu carne, cuando se pudra
en el intento de seguir viva, agarrada a la hiedra
de la pared del tiempo, sabrá que lo vivo viene a morir,
nunca a quedarse para ser inmutable igual al cielo.
El cielo generoso, de ti se apiade, de ti y de tu carne
perecedera, yo entretanto
taparé con mi sombra
tanta miseria.
CONCHA BELMONTE
diciembre de 2.024
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