PISANDO LUCEROS


 

 

Pisando luceros, deshojando rosas,

voy desempolvando rincones del alma

que casi olvidados, esconden las cosas

que allí arrinconé por puro dolor.

Son esos rincones que no fui capaz

de mirar de frente a la luz del día,

retazos, girones, hilachas de penas.

y al verlos de nuevo, la mano hacia ellos

se escapa con una caricia tardía,

como se acaricia una foto vieja,

recuerdo de un día feliz.

 

Y el recuerdo estalla, como un surtidor contenido,

trayendo al presente, con la misma fuerza

de ese sentimiento, de  ese dolor viejo que se arrinconó

en aquel rincón cubierto de olvido.

Y de nuevo estoy como en los momentos

que loca de amor me perdía en tu cuerpo,

mientras tu mirada volaba a lo lejos.

Por fin llegó el día que pude saber que cuando te fueras

se irían contigo todos mis anhelos

y me quedaría si acaso, la sombra

de ese cuerpo tuyo en que tantas noches

 me estuve perdiendo.

 

 

        CONCHA BELMONTE

           septiembre de 2.018

  

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