QUERER TOCAR EL CIELO
Querer tocar el Cielo arma de doble filo
que
el Cielo no se toca,
abismo
abajo, arriba abismo.
A veces, el mar alza sus olas
y
en la distancia creen que tocarán el cielo,
a
simple vista parecen conseguirlo.
Cuando
acaban las fuerzas que lo levantan
se
desploman para hundirse en el abismo.
Gira
y se busca y al buscarse de nuevo
se
descubre allá abajo, en el sitio que le marcó el Destino.
Y
mirando el abismo de allá arriba
ruge
y otra vez lanza sus olas.
Hermano,
como el mar y su torpeza,
que
se eleva de prisa confiando en su poder
y
muere su ambición que a sostener no alcanza el cielo,
para
caer envuelto en el dolor de no entender.
Caer
puede si sabes entenderlo, una buena
lección,
acepta
pues la luz y la firmeza,
que
permite a la gente hallar su dimensión,
sabiendo
que el Cielo no se alcanza,
si
el Cielo no te deja.
CONCHA
BELMONTE
mayo de 2.019
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