CON LAS MANOS VACÍAS
Cada
día que pasa me alejo más de mí,
va
quedando tan poco de todo lo que amé
que
me paro a pensarlo y casi no me importa.
Por
no reconocerme, me extraña hasta mi sombra,
voy
desapareciendo a pedazos pequeños
y
me estoy vaciando de todo lo que fui,
estas
manos abiertas sólo por la costumbre
van
dejando caer los hilos que tejieron mi vida,
y
las miro vacías y las quiero vacías,
porque
sé que si vacías vinieron,
se
marcharán vacías, igual que esta vida
que
se me va perdiendo
igual
que arena entre los dedos.
CONCHA BELMONTE
mayo de 2.019
Comentarios
Publicar un comentario