MELODÍA DESAFINADA

 


 

Debajo de mis pechos,

esas dos copas que no siempre acertaron

a calmar tu sed, latía un corazón

y tú nunca su música escuchaste.

A fuerza de latidos, se cansó de esperar

y ahora sólo sueña con pararse.

 

A la luna pesarosa se le escapa una lágrima

pero no se inquieta.

únicamente suspira y llora.

Y deja que sus lágrimas se conviertan

en gotas de rocío.

Para que cuando yo despierte, lo primero que vea

sean flores frescas.

 

 

 

CONCHA BELMONTE

   marzo de 2.019

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL VIENTO DE LA MENTE

EL DESTINO

OLVIDA TUS TEMORES