EL FRÍO DE LA AUSENCIA
El frío de tu ausencia me cala hasta los huesos
en esta noche negra, en esta noche triste
con nubes de tormenta llena de fuegos fatuos.
El dolor de mis ojos que sangran de no verte,
relámpago inclemente cubriendo mis pestañas,
el fuego helado con que cubre mi cuerpo
de bosque desolado si tú no estás en él,
mientras voy caminando hacia un futuro
incierto, que seguro me lleva hasta la soledad
que me atenaza el alma en medio del vacío
que ya no llenas.
Aprenderé a vivir sin tu amada presencia,
a tumbarme en el tiempo que nos separe,
a romper uno a uno esos minutos largos
convertidos en siglos que parecen de esparto
y arañan la nostalgia y la piel igual
que las espinas del tallo de la rosa.
Y cuando sea el momento que todo cambie
descansaré aun con el alma rota
y acabará por fin el frío en mis huesos.
CONCHA BELMONTE
diciembre de
2.021
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