LLUEVE
Llueven gotas de llanto por mi alma abajo,
mientras mi pensamiento te busca en el recuerdo.
Llueve despacio en este corazón que no te olvida
y en él sigue lloviendo, como llovizna en día nublado,
que no cala los huesos, sólo los deja húmedos.
Llueve nostalgia de días transcurridos estando juntos
que han de servir para volver en un fugaz recuerdo.
Llueve sin hacer charcos, que inundarán la pena.
Levanto la cabeza a fin de que la lluvia, sin prisa
refresque mis mejillas con su humedad serena.
Llueve tristeza y crea un río que al mar se lleva
mis alegrías, mis esperanzas, ilusiones perdidas
por desengaños, de
experiencias antes vividas.
Llueve noche en el día y en el oscuro el alma cabecea
adormecida, y el adormecimiento la presta fuerza
Y casi resucita.
Alma, deja que la lluvia del llanto te dé la dicha
de volver a ser fuerte, lucha por volver a ser dueña
de tus mejores sueños, ilusiones tempranas traídas
al presente y de ilusiones nuevas y vuélvete a la vida
que mi cuerpo sigue siendo tu casa, en tanto yo esté
viva.
CONCHA BELMONTE
Mayo de 2.023
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