CEMENTERIO DE NUBES

 


 

 


 En el frío nocturno, envuelta en una nube

de miedo y de dolor me atrapa el pensamiento

de aquel crucificado que sujeto al madero

por clavos herrumbrosos en sus pies y sus manos,

coronada su frente con corona de espinas

que le cubren el rostro de su sangre divina,

saliendo de su boca con voz enronquecida

una frase que dice elevada hasta el cielo:

Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.

El pensamiento me hunde y caigo de rodillas

para gemir al cielo: Padre perdónanos, y nos ayudas

a poder redimirnos de crimen tan horrendo.

Y vamos hilvanando con temblorosa mano

el proyecto ofrecido sinceramente al amo

con las manos alzadas, queriendo confundirnos

en el gran cementerio de nubes, y en ellas envolvernos.

 

 

CONCHA BELMONTE

     noviembre de 2.023

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL VIENTO DE LA MENTE

EL DESTINO

OLVIDA TUS TEMORES