CUARTETAS DE LA SOLEDAD
De pronto me quedé sola
creyéndome acompañada
con el mar y con sus olas
y nadie me contestaba.
Y de pronto en compañía
de mi cuerpo y de mi
sombra
comprendí que yo quería
para mi bien seguir sola.
Frente a frente, la verdad
de la mala compañía
y puesta a reflexionar
estar sola, una alegría.
Y esto te suele pasar
después de haber sido
amada
por un tiempo acompañada
para bien o para mal,
y acabas reconociendo
que mejor la lejanía,
que no hay peor soledad
que estar sola en compañía
CONCHA BELMONTE
agosto de 2.019
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