EL MAR LA MAR
y en su húmeda arena escribo tu nombre
agobiada mi alma porque no hay hombre
que merezca el fuego en que mi pecho arde.
A la orilla del mar la ola que espero
borra ese nombre que deseo olvidar
me arrodillo humilde
y agradezco al mar
su ayuda, su ola, su acto justiciero.
A la orilla de la mar y de sus olas
siempre encuentro la calma y esa paz
que me equilibra con emoción serena.
A la orilla de la mar y de sus olas
me acerco como a un templo a rezar,
ruego y él me deja reposar en su arena.
CONCHA BELMONTE
junio de
2.022
Comentarios
Publicar un comentario