EN ESA ESQUINA DE LA VIDA
Estoy en esa esquina de la vida
donde
nadie vendrá, ni a nadie espero
y
sin embargo miro arriba y un lucero
me
hace señales como de acogida.
Me
duele el alma cansada y aburrida
de
esperar, de añorar con desespero
el
regreso de algo que se me fue ligero
y
sin mirar atrás, roto en su sacudida.
Volver,
girar, despedazar ilusiones sentidas
a
destiempo, sin calcular el daño hecho,
el
dolor ajeno no hay que tenerlo en cuenta.
Cerrar
los oídos y no oír esas notas queridas,
dulce
la melodía que acunó nuestro lecho.
Y
caminar a ciegas en la noche más cruenta.
CONCHA
BELMONTE
octubre de 2.016
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