TU PIEL TAN QUERIDA
A veces me pregunto
de qué
sirve este llanto
al saberte
sujeta
a esa
aguja hipodérmica
que
condena tu piel,
a
esclavitud constante.
A tu
querida piel,
esa piel
que me duele
mil
veces mil
más que
la mía.
Aunque
lo que haya de venir
no sea
ni mejor ni peor
de lo
pasado,
y hasta
es posible que no sea
ni
siquiera distinto.
De lo
que estoy segura
es de
que este dolor
seguirá
siendo el mismo.
Aunque mi corazón a veces
allá muy
en el fondo, me dice
que esto
tiene que tener un fin,
y que al
final del túnel
podrá verse
una luz.
CONCHA
BELMONTE
agosto
de 2.012
Comentarios
Publicar un comentario