PARA VIVIR SEGUIR SOÑANDO
No sé qué es lo que me está matando
pero sé que me parte en dos,
que me corroe los recuerdos,
lo más valioso que me queda.
Y que cuando quiera compartir
algo con tu memoria, no te voy a encontrar;
por mucho que te busque, mis sueños
para entonces, se habrán quedado definitivamente
sin ti, sin ti conmigo, sin ti contigo mismo.
Y ya nunca, por mucho que lo intente,
voy a escuchar tu voz saliendo de otra boca,
ni tus pasos resonarán en otros pasos,
ni habrá nadie que te preste sus manos
para que me acaricien.
Y me pondré tan triste que llamaré a la muerte
y tampoco la muerte va a querer ayudarme.
Nada, nada va a repetirse, nada,
y no es que pida mucho;
sólo que vengas y en silencio
te recuestes a mi lado, que tu brazo
le permita a tu mano apartarme
ese mechón rebelde que sólo me cubre un ojo,
y si quieres, me cuentes un cuento
que a los dos nos haga sonreír.
Y por último, oír esa respiración tuya
que empieza a acompasarse con el sueño,
y así, apoyar mi cabeza en tu pecho
en vez de en la almohada,
y cerrando los ojos, seguir con el sueño
De que me sigues amando.
CONCHA BELMONTE, diciembre de 2.014
Comentarios
Publicar un comentario