UNA TARDE DE OTOÑO

 


 

 

Una tarde de otoño bajo la luz postrera

te hice una pregunta:

Tú que siempre has buscado la belleza en vuelo,

que has bebido la vida  a trago largo

que jamás una nube ha tapado tu sol,

que has ganado batalla, tras batalla,

todas tus guerras.

Lo tienes todo hecho?

 

Mirándome a los ojos y cogiendo mi mano,

con un breve suspiro,

me dijiste susurrando en mi oído:

Lo que dices es cierto, he sido afortunado.

Quiero estar a tu lado, así, tal como ahora

y cuando más  no pueda, sólo pido al Destino,

un último deseo, que llegada mi hora,

 la muerte me sorprenda en tus brazos.

 

 

 

      CONCHA BELMONTE

         diciembre de 2.017

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