HIJA DE ATENEA

 


 

 

La Gorgona Medusa, escudo de mi madre,

me mira y se recoge, enrosca sus serpientes,

me mira y fosforece su mirada insondable,

y dispuesta parece a lanzar sobre mí

sus cabellos terribles, que quieren castigarme

por tener la osadía de desdeñar su fuerza.

Un día ya lejano que yo, pobre de mí,

pensé que mi palabra bastaría para darme

razones con las que defender ideas

y valores que para mí son importantes.

 

Sigues siendo temible, para eso naciste,

no te reprocho nada el seguir tu Destino,

yo sigo mi camino de palabras sin tregua

porque al igual que tú, cumplo y no exijo.

 

CONCHA BELMONTE

       julio de 2.021

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