TU SOMBRA
De ti sólo tengo tu sombra,
a tu sombra me agarro
y vamos de la mano, pero me asombra
la fuerza que me presta la mano
de tu sombra
nocturna, que consuela
este llanto del dolor que me sangra
por el río revuelto de mi sangre,
que nunca reconoce el caudal de mi pena,
porque sólo es tu sombra y no tu carne
a volar a otros cielos que sin que tú lo sepas,
jamás te reconocen porque eres de otra tierra
que no te pertenece y te ven como extraño
que usurpa sus azules, sus nubes y sus pájaros,
entregados sin tasa a quienes dibujaron
en su día los colores del iris.
Ven a recuperar la sombra que tanto te recuerda,
y aunque va de mi mano olvidada por tí,
las dos esperamos que vuelvas.
Prueba a volver que es primavera
y podrás hacer tu nido como hace el colibrí.
En otras tierras.
CONCHA BELMONTE
mayo de 2.023
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