PAREADOS
Decirte que te quiero es tan poca cosa
como decir que la espina y el tallo sí son la rosa.
Me trajiste un día un gran ramo de flores,
yo lloraba y ellas me decían por Dios no llores.
Si somos la alegría que te da tu amado
y empiezas a llorar piensa que eso es pecado.
Tú despiertas en
mí ese hombre soñado.
más sincero y más fiel que mi hombre amado.
Desde mi soledad hablo contigo
porque aunque yo esté sola tú estás conmigo.
Sólo una noche el amor compartimos,
pero una noche es mucho cuando nos divertimos.
Desde mi ventana miro las estrellas
y la que más brilla te tiene a tí en ella.
Cuando un amor acaba porque nada es eterno,
el olvido hace un puente bajando hasta el Averno.
Sin casarme contigo soy tu viuda,
por tu amor me quedé con la espalda desnuda.
Y casada o viuda de tu amor traicionero
en mi alcoba te lloro como al amor primero.
Al amor más querido le pasa como al viento,
que volando en el aire no hace aspavientos.
En la tarde lluviosa pasa triste un mendigo,
así me veo yo cuando no estás conmigo.
Esta tarde tristona de domingo nublado,
tiene mi alma con pena de no estar a tu lado.
Alocado te fuiste a buscar otros besos
Y yo triste en mi alcoba te escribo versos.
Cerrando de una vez suspirar suspirando,
mis malogrados sueños estoy guardando.
Porque los sueños tienen final,
finalizo los pareados para mi mal.
CONCHA BELMONTE
enero de
2.025
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