UN AMANECER CUALQUIERA
Llegará
un amanecer cualquiera
que
con su luz alumbre
lo
que es seguro que ha de llegar.
De
nada van a servirnos
promesas
de eternidad,
porque
nada es eterno.
Ni
este amor compartido,
ni
esas noches que a veces
nos
parecen eternas
y
a veces un suspiro.
Ni
el calor de unos besos
que
ya nada calientan.
Al
final y como consecuencia,
enfrente
de esa luz amaneciendo
sólo
va a estar tu olvido.
Y
sé que llegará el momento
en
que se haga presente esta temida espera.
Ya
me estoy despidiendo de lo que hemos vivido,
ya
te veo seguir tu azaroso camino.
Y
cuando te hayas ido
mis
sueños y recuerdos
se
los daré a la tierra.
Así,
con el mismo dolor
con
que se entierra lo que se ha querido.
CONCHA
BELMONTE
septiembre de 2.017
Comentarios
Publicar un comentario