CAMINO AL PARAÍSO

 


 

 


Esta mañana he despertado huérfana,

mientras dormía un beso se me ha muerto

entre los labios. Tengo la boca fría

y el corazón casi deshecho, sin calor.

A ratos, desde que he despertado,

me pregunto si estaré huérfana o es que estoy muerta,

y me palpo para saber si la sangre se mueve

por mis venas, escucho su latido, oigo cómo camina

y no siento alegría, quiero mi beso muerto

y si eso no es posible, quiero morir con él.

 

Mi pobre beso muerto se me vuelve ceniza

poco a poco por dejarse aventar en el recuerdo,

ya ves, tan poca cosa que es un beso muerto

y yo sin él me estoy muriendo.

Sólo por consolarme miro el azul del cielo

con sus nubes viajeras, agarrada a mi beso muerto.

Me tumbaré a su lado y cerraré los ojos

para que no esté solo, nos acompañaremos

hasta llegar al Paraíso dónde tienen su sitio

los besos muertos y los amores locos.

 

CONCHA BELMONTE

         enero de 2.020

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