LA CARTA

Tengo que escribir una carta,

miro el papel en blanco y me acobardo

y para mis adentros digo: la escribiré mañana.

Un duendecillo sabio que se acuesta conmigo,

se me pone en el hombro y me dice al oído

estás segura que tu mañana existe?

Y si por mano del hado que regula el tiempo

tu mañana no llega? Mi corazón da un salto

miro a mi duende sabio y le digo, gracias empiezo.

Amor mío:

no olvides cuánto y de qué manera te amo,

que aunque mañana esté ya muerta,

esté yo donde esté, mi amor irá contigo.

Mi corazón está seguro que si tú lo precisas,

mi amor será tu escudo de penas y de olvido.

Y con esto me duermo satisfecha y tranquila.

Voy a soñar despierta que sigues a mi lado

voy a soñar dormida que tú sueñas conmigo

te coges de mi mano hacemos el camino

y que la vida fluya.

Vuelve pronto amor mío, que aquí te espero,

Por siempre tuya.

CONCHA BELMONTE

julio de 2.022