LA NOCHE COMO MANTO

 


 

 Necesito la noche como manto

para envolver mi cuerpo en negrura  y me abrigo.

Quiero la noche para hacerla mi cómplice,

quiero la noche porque es discreta y a nadie cuenta

lo que sólo sus ojos  penetran de trasparencia,

en la oscuridad leve de su fluir sin tregua

y la quiero porque me abrazo a ella y me deja quererla

sin preguntar por qué. Y si viene la muerte mientras estoy con ella

no la veré llegar y ella cobijará mi sueño hasta la eternidad,

y puede ser también que si sigo abrigada debajo de su manto,

tenga por mía su siempre concedida complicidad,

me envalentone y como final pueda tener la suerte

de ser yo quien le dé muerte a la muerte.

 

 

CONCHA BELMONTE

        enero de 2.022

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