PELANDO FRUTA VERDE
Estoy quizás, o yo creo que lo estoy, en el país de nunca
jamás.
Dentro de mí pululan muchas mujeres.
Me llega la voz del muezzin invitando a rezar a los
fieles,
soy mora y me pongo a rezar, bailo por ser gitana,
me duelen los zarpazos de Quetzalcóatl, la serpiente
emplumada
siempre pidiendo sangre, soy mestiza amerindia al pie del
Amazonas,
de pronto tengo alas, paso sobre los Andes,
en vuelo sostenido llego hasta Europa, para ser española
desde Galicia hasta el sur de Andalucía,
creo estar en mi cama, aunque sigue el viaje,
siempre hacia el
este, por encima de Ukrania,
y mis ojos se cierran de ver tanto dolor. Con mis alas
dolidas,
me encuentro en África mi punto de partida. Como una
pesadilla,
soy una mujer llorosa que clama al Cielo y le pide
justicia,
y una voz salida de no se sabe dónde, grita tonante:
Justicia pides?
Eso no existe, despierta, mujer despierta, no pidas
imposibles.
CONCHA BELMONTE
julio de 2.023
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