CON UN RITMO DISTINTO
El paso de tu vida por la mía
fue un pasodoble flamenco
Cuando yo esperaba un vals
para abrazarme a tu cuerpo.
Y ser la reina de un baile que no bailé,
mientras tú estabas contento del pasodoble a tu aire.
Hasta que llegaste a mi vida
jamás con príncipes soñé,
ni con Viena, ni los valses de Sisí,
y hoy que voy de recogida me pregunto
sorprendida por qué me dio ese barrunto
y le agradezco a la vida el verme libre de ti.
Ambos perdimos el ritmo, y por suerte
eso nuestro se acabó, cada cual por su camino,
nos buscaremos el ritmo que nos venga a la medida
y nos marque el corazón que en eso tiene buen tino.
Y que nos perdone Dios si no es autor de la herida
que recibimos los dos de este paso diferente.
CONCHA BELMONTE
julio de 2.023
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