Te amo en tal manera como nunca se ha amado, te amo hasta en la espera de escuchar el llamado de tu voz lisonjera por tenerme a tu lado, para amarnos de veras. Tumbarte a mi costado tu mano en mi cadera hablando del pasado, derretir como la cera el tiempo desgraciado de vivir esa otra era sin tiempo ilusionado. Te amo alegremente y en la tristeza te amo, te amo locamente y en mi cordura te amo, te amo ciegamente y en mis ojos te amo, te amo amargamente y con dulzura te amo, te amo tiernamente y como un niño te amo, te amo acaloradamente y si hace frío te amo, te amo finalmente y hasta mi muerte te amo. Te amo, tú lo sabes, que estando viva o muerta tu amor es mi sustento, y sé que tú me amas, pero aunque esto así no fuera, yo te amaría igual, si es que la hubiera, hasta la Eternidad. CONCHA BELMONTE enero de 2.023